En el Departamento de Ingeniería y Construcción de la empresa Luz del Sur, la mayor distribuidora de luz eléctrica del Perú, Ricardo Vivas Santa Cruz ha pasado los últimos tres meses trazando bocetos para diversas obras. Para este joven talento de 23 años, próximo a terminar sus estudios de Ingeniería Mecánica Eléctrica en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la idea de graduarse mientras realiza sus prácticas preprofesionales lo llena de orgullo, pero también de nostalgia, pues el sueño de su mamá Zenaida era verlo convertido en un profesional.
“De niño me gustaban las matemáticas, por lo que mi mamá me decía, entre broma y broma, que ya tenía lo más importante para ser ingeniero. Con su trabajo, ella nos mantenía a mi hermanita y a mí, por lo que al terminar el colegio decidí postular a la UNI para no preocuparla con los gastos. Ingresé al segundo intento y me iba bien en clases, hasta que me tocó afrontar la pérdida de mi madre y asumir solo el reto de terminar mi carrera y ocuparme de mi hogar”, cuenta Ricardo, quien debido a la falta de recursos interrumpió sus estudios durante varios meses.
Al regresar a las aulas, habiendo ahorrado lo que pudo en trabajos eventuales, su buen rendimiento lo llevó a ganar una de las vacantes del concurso Beca Permanencia 2017, que otorga el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación y cubre gastos de alimentación, transporte y útiles de escritorio. Este alivio económico le permitió dedicarse por completo a su carrera y comenzar a adquirir experiencia en su profesión.
“Sin la beca no hubiera podido seguir mis estudios de forma regular, ni tranquila. La beca me salvó y por eso me siento comprometido con los millones de peruanos que, con sus impuestos, me están ayudando a conseguir mi título profesional. En la UNI nos enseñan que la ingeniería está al servicio de la sociedad, y como becario es mi deber contribuir con el desarrollo de mi país”, asegura Ricardo, quien, consciente de lo importante del buen ánimo de los estudiantes para aprovechar las clases, lidera junto a algunos compañeros de facultad el proyecto Jueves de Ingeniería, en el que estudiantes de los primeros ciclos pueden conversar con ingenieros y egresados para conocer más sobre sus futuras especialidades.
“La vida es muy corta. Por eso, cuando tengo ocasión de hablar con estudiantes como yo o más jóvenes, les recomiendo aprovechar el tiempo, buscar objetivos grandes y trabajar por ellos”, precisa.
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