Lima, 6 de julio del 2019. De todos los recuerdos escolares que atesora en su memoria, Liz Rojas Mucha recuerda con especial emoción aquellos que despertaron su amor por la docencia. Las palabras de aliento de sus maestras, los abrazos al llegar y salir del salón, la preocupación genuina por saber si los alumnos habían comprendido la clase. Detalles y gestos que ella, como maestra de inglés, practica desde hace 18 años con sus alumnos de la Institución Educativa 5 de abril, Nº1248, en la zona G del distrito limeño de Huaycán.
“Con las notas que obtuve al terminar la carrera pude elegir en dónde quería enseñar, así opté por trabajar en Huaycán. Era el año 2001, y esta parte de Lima aún resultaba inhóspita para muchos. Amigos y familiares me preguntaron por qué había elegido algo tan lejos, si tenía la opción de estar cerca de mi casa, así que les respondía que lo primero que aprendí de mis maestros fue que uno tiene que estar donde más lo necesitan. Desde entonces, Huaycán es parte mi vida”, cuenta Liz.
La entrega de Liz a su vocación docente la llevó a diseñar, en los primeros años de su carrera, métodos más cercanos e integradores para enseñarle inglés a sus alumnos, la mayoría procedente de la sierra del país y que tenían al quechua o el aimara como lenguas maternas o las que más escuchaban en casa.
Fue así que, apelando a experiencias cotidianas y que recurran a la cultura de su entorno, Liz perfiló un modelo pedagógico innovador para la enseñanza intercultural bilingüe, al que llamó Illari Yachay (Conocimiento iluminado, en quechua). Para el año 2014, gracias a una beca para estudiar una maestría en Ciencias de la Educación, otorgada por el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, la inagotable maestra Liz validó su propuesta y la perfeccionó, siguiendo los estándares del bachillerato internacional.
“Illari Yachay busca que el alumno, a través de la revalorización de su cultura, de sus plantas, de su tierra y de sus tradiciones, reconozca los problemas de su comunidad y planteé soluciones o estrategias para superarlos mediante los conocimientos adquiridos en el colegio. Una de mis actividades favoritas, por ejemplo, es ir al mercado más cercano con mis alumnos y ver cómo ellos, con total seguridad en sí mismos, conversan con los comerciantes sobre lo que están aprendido en inglés y español”, explica Liz, quien obtuvo importantes reconocimientos en diversos certámenes, como el concurso Soluciones para el futuro (2014), organizado anualmente por la empresa Samsung.
Liz también resultó finalista en el concurso nacional Maestro que deja Huella (2015) y fue una participante distinguida en la edición 2018 del Champion Teacher, un programa de impulso del capital humano de los docentes de inglés, organizado en nuestro país por el British Council.
“Pienso que, en la vocación docente, la estrategia primordial es creer en tus alumnos. Demostrándoles esta confianza, así como las altas expectativas que tenemos de ellos, podemos motivarlos a usar todo su potencial y convertirse en mejores personas. Eso era lo que me hacían sentir mis maestras, y lo que yo quiero inspirar en mis alumnos. Demostrarles que, a través de ellos, nuestra sociedad sí puede mejorar”, asegura Liz.
#SoyTalentoPronabec