Cesario Pimentel Quispe tenía cinco años cuando, bajando desde las montañas del río Mapacho, vio Cusco por primera vez. “¡Chaska hinarak!”, dijo en quechua, su lengua natal. Las luces de la ciudad eran “como las estrellas” que iluminan al centro poblado Parobamba, lugar donde nació, y desde donde él y su familia están revalorando la cosmovisión de los incas para innovar el turismo del Perú.
Cesario es egresado de la carrera de Economía en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (Unsaac), con la Beca Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec). Él y sus hermanos han creado la agencia de turismo Perú Private Tours (PPT), que además de ofrecer los servicios tradicionales para turistas, tiene una innovadora propuesta, donde el visitante al Valle Sagrado aprende a elaborar tejidos con la técnica ancestral de los incas.
“Estamos pasando de vender el tejido a vender una experiencia, donde el turista puede hilar, urdir, tejer, diseñar y también teñir sus propias prendas como se hacía en el tiempo de los incas. Compartimos esta técnica milenaria que es parte de nuestra cultura viva. Es algo que no te llevas en una bolsa, sino en el corazón y en la mente”, dijo Cesario Pimentel, sobre este emprendimiento que ha sido impulsado por la Incubadora de Empresas de la Unsaac – Paqarina Wasi.
Cesario nació en Parobamba, comunidad del distrito de Challabamba, en Paucartambo, Cusco, en 1996. En ese mismo año, Gail Silverman, antropóloga investigadora del tejido andino y de la escritura pictográfica de los incas, inició en Parobamba —con la participación de toda la comunidad— la búsqueda sistemática de los tintes naturales para la confección de los textiles.
“Vamos a recuperar los colores naturales de los tejidos para darlos a conocer al mundo”, les dijo. Es así que recogieron en las montañas y quebradas más de 50 tipos de hojas de plantas y evaluaron su capacidad de teñir. “Algunas teñían otras no tanto”, dice Martina Quispe, mamá de Cesario, quien fue protagonista de este trabajo; y recuerda a su inquieto niño de cabello largo, el menor de sus cinco hijos, que se enredaba entre los hilos, corriendo sobre los caminos de piedra, bosque y lluvia, de la comunidad donde las estrellas brillan con gran intensidad, dejando leer la trama del firmamento.
Cesario dice que esta investigación fue clave para darle valor al arte milenario del tejido de cintura que en esta comunidad del Cusco ya se estaba perdiendo. La familia Pimentel Quispe puso todos sus esfuerzos para transmitir este legado de generación en generación. Martina Quispe y su hija mayor Ruth Pimentel Quispe son maestras tejedoras reconocidas con el sello Excelencia Unesco para la Artesanía 2011, por su “conocimiento del oficio, su autenticidad como expresión de la identidad cultural, su innovación y originalidad en el diseño, su capacidad de competencia y potencial en el mercado mundial, su concienciación y respeto por el medioambiente”.
David Pimentel Quispe, hermano mayor de Cesario y quien también tiene el sello de Excelencia Unesco 2014, ha viajado por continentes como Europa, Asia y América, dando a conocer este legado. “Nuestro objetivo final es, algún día, vestir al mundo. Llegará el momento en el que nos demos cuenta que las ropas hechas, que día y noche se están produciendo con gigantes motores, contaminan y afectan a nuestro planeta. Tenemos que ser más ecológicos. Así como la gente busca alimentarse naturalmente, también buscará vestirse cuidando el medioambiente”, resalta.
En el equipo familiar se encuentra Edwin Pimentel Quispe, fundador y guía turístico de PPT, y Delia Pimentel Quispe, quien también heredó el conocimiento textil y es contadora de PPT. Todos los hermanos tienen un rol en la empresa familiar. “Elegí la carrera de Economía porque con esto puedo revalorar el trabajo de mi madre y potenciar la labor de mis hermanos”, dice Cesario, de 26 años.
“Cusco tiene potencial en turismo. Un caso concreto es lo que ha logrado Cesario al innovar en las actividades que realizan los turistas, al hacerlos partícipes en el desarrollo de los tejidos”, señaló Miguel Angel Mendoza, docente principal del Departamento Académico de Economía de la Unsaac. Como dato, en el 2019, antes del inicio de la pandemia, 1 585 262 personas visitaron el Santuario Histórico de Machu Picchu, según reporte del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
Perú ha mejorado su posición en las últimas ediciones del índice de viajes y turismo del Foro Económico Mundial, pasando del puesto 58 en el 2015 al 49 en 2019, de un total de 140 países. Según el Plan de Desarrollo del Ecosistema de Innovación y Emprendimiento de la Región Cusco (2022), la ciudad incaica ha tenido un papel fundamental en esta evolución. Este documento además recomienda la “necesidad de reforzar la identidad cultural a partir de proyectos innovadores”, tal como lo hace Cesario Pimentel y su familia.
Enrique Saloma Gonzalez, director de la Oficina de Cooperación y Relaciones Internacionales de la Unsaac, felicitó a Cesario por haber “arriesgado y planteado una alternativa a la economía de la región en base al turismo”. Y agregó: “Su idea, de hacer partícipe al turista de la comunidad y sus costumbres, es una forma en la que el ser humano logra ampliar su conocimiento. No hay nada mejor que tener la educación de la vida, a través del intercambio personal”.
Los servicios que ofrece PPT, y que pueden ser conocidos en su página web (
www.pptoursperu.com), son diversos. Los
tours tradicionales, a lugares como La Montaña de los Siete Colores y los innovadores, como el taller y escuela de tejido (Qaytu) —y otros talleres nuevos como los de elaboración de chicha de jora, de cerámica, de joyería—, se complementan con un servicio personalizado a los visitantes, quienes se sorprenden y encantan con una comida andina, en el campo, al aire libre, luego de una ceremonia con la Pachamama que los conecta con su ser.
También es una empresa que cuida el planeta. “Nuestro lema es ‘Al comprar un tour estás plantando un árbol’. Nos identificamos con el mundo. Vemos lo que está pasando con el calentamiento global, cómo disminuyen nuestras aguas, lo palpamos y sentimos, por ello tenemos ese compromiso con el medioambiente”, indicó Cesario, sobre PPT, que ha sido reconocida con el Certificado de Excelencia TripAdvisor 2019.
Para Cesario esta historia no sería posible sin los valores que le dieron de niño. “Aprendí de mi papá, Juvenal Pimentel, a tomar decisiones con frases como: ‘Lo que estás sembrando vas a cosechar’. Estos principios son la base más sólida de mi vida”, dice el joven emprendedor, quien es un ejemplo para los niños, las niñas y jóvenes de Parobamba. Lo conocen bien y lo admiran. Y como él quieren estudiar en la universidad, investigar y brillar con su propia luz.